PODEMOS. LA RODA POR EL CAMBIO

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domingo, 11 de enero de 2015

EL REFLEJO DE UNA DEMOCRACIA INCOMPLETA

(Manifiesto del CIRCULO PODEMOS DE LA RODA DE ALBACETE ante el incumplimiento sistemático de nuestro Ayuntamiento de la Ley de Memoria Histórica).



Jueves 21 de Agosto de 2014, La Roda ha sido noticia a nivel nacional como un municipio que incumple la ley de memoria histórica, manteniendo numerosos símbolos franquistas en nuestro pueblo, desde el circulo Podemos de La Roda queremos reivindicar la supresión de estos simbolos de nuestro municipio que vienen a enaltacer a un régimen como el de Franco.
El mantenimiento de estos simbolos que entendemos como una falta de condena a la dictadura de Franco es el reflejo de una democracia incompleta, ¿por qué?
No hay una democracia completa cuando una parte de la ciudadanía sigue manteniendo su reconocimiento a un régimen como el franquista que, tal y como ha señalado el profesor Malefakis, catedrático de Historia Contemporánea de Europa de la Universidad de Columbia, fue una de las dictaduras más sangrientas que se han vivido en Europa occidental durante el siglo XX, que asesinó en tiempo de paz a más personas que la dictadura fascista italiana (en una relación nada menos que de 10.000 a 1), y encarceló proporcionalmente a más personas, también en tiempo de paz, que la dictadura alemana en su período de no guerra. Estos datos, poco conocidos y/o reconocidos en nuestro país, son ampliamente conocidos fuera de España.
No hay una democracia completa cuando la reconciliación española se ha basado en una amnesia colectiva de lo ocurrido en el régimen franquista, favorecido y fomentado por una derecha, incapaz de condenar al régimen, y todo a pesar de que los representantes de los vencidos y luchadores franquistas aprobaron la Ley de Amnistía, con gran generosidad por su parte; pero tal generosidad no puede extenderse para que cubra no sólo la amnistía, sino también la amnesia colectiva, en realidad, durante la dictadura –en tiempos de paz- hubo miles de desaparecidos políticos, que todavía no constan como tales y cuyo paradero se desconoce. Lo que explica esa amnesia fue el gran dominio de la derecha durante la transición en los aparatos del Estado y en los medios de información y persuasión, que forzaron tal amnesia en la cultura mediática y política del país. Es más, tanto el Ejército como otros poderes fácticos —desde la Iglesia al empresariado— seguían siendo enormemente fuertes y las izquierdas estaban temerosas de enfrentarse a ellos.
Consideramos que la reconciliación basada en el olvido ha sido no sólo un gran error político de la izquierda en nuestro país, sino también una gran injusticia para todos aquellos, los vencidos de la Guerra Civil y los luchadores antifranquistas, cuya lucha por la democracia ha sido olvidada y que se están muriendo sin que el país les haya dado las gracias, rindiéndoles el honor, agradecimiento y reconocimiento que se merecen. Ese olvido se ha convertido en la continuación de su derrota durante la Guerra Civil, puesto que mientras la dictadura significó una represión brutal, la democracia ha significado la continuación de su marginación y falta de reconocimiento, perpetuándose así una gran injusticia sobre la cual se construyó la transición y se ha ido construyendo nuestra democracia. Pero como señalaba el arzobispo Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz y promotor de la Comisión de la Verdad (que analizó lo ocurrido durante el odiado régimen del apartheid de Sudáfrica), «la democracia no puede ser estable cuando se basa en la injusticia reproducida en el olvido». Y el olvido de nuestro pasado ha sido una enorme injusticia; podríamos entender ese afán de olvidar cuando ambos bandos hubiesen tenido la misma responsabilidad en lo ocurrido, pero un bando luchó para destruir la democracia y el otro luchó para instaurarla. La gran mayoría de los perdedores de la Guerra Civil pedían el establecimiento de un sistema democrático, no así el bando vencedor, que como indicamos al principio fue una de las dictaduras más sangrientas de la Europa Occidental del siglo XX.
No hay democracia completa cuando el Partido Popular no es capaz de condenar el franquismo como si ha ocurrido en la mayoría de partidos de las derechas europeas, por ejemplo, la derecha francesa ha condenado el gobierno de Vichy (excepto el partido de Le Pen), la derecha italiana ha condenado el régimen fascista (excepto el partido de Fini), la derecha alemana ha condenado el régimen de Hitler, y así a lo largo y ancho de toda la UE. La derecha española, sin embargo, nunca ha condenado el franquismo, régimen aliado de Hitler y Mussolini y semejante al nazi y al fascista. Es incoherente y contradictorio que mientras en Europa el representante del PP pidió, con razón, la condena del PP austríaco por colaborar con el partido ultraderechista de un dirigente, Haider, que alabó en su día el régimen de Hitler, en España el PP no haya censurado a figuras prominentes como su fundador, Manuel Fraga, quien actuó en defensa del régimen de Franco. En realidad, el PP no sólo no ha censurado las voces de su partido que apoyan al franquismo, sino que favorece que tales fuerzas pro franquistas canalicen su voto hacia el PP, lo cual explica la situación paradójica de que en un país como el nuestro, donde todavía hay miles de bustos del dictador en plazas públicas, no haya un partido ultraderechista. Como comentaba irónicamente el periódico The Guardian (2-12-99), España es el único país de Europa que no tiene derecha ni ultraderecha. La diferencia entre Austria y España es que en Austria Haider y sus seguidores están fuera del PP austríaco y en España están dentro del PP. Es muy importante para la salud democrática de nuestro país que la transición se complete y se corrijan los déficits democráticos, incluyendo la corrección del discurso, cultura y prácticas políticas para que éstas estén más de acuerdo con el resto de la UE. Necesitamos una derecha democrática y dialogante que rompa clara y definitivamente con la ultraderecha y el franquismo, condenando a ambos.
No hay democracia completa hasta que el franquismo sea derrotado, y esta derrota debe venir a través de la condena y repulsa de lo que supuso desde TODAS las instancias democráticas, y la desaparición de cualquier símbolo o acto que suponga algún tipo de enaltecimiento, porque no olvidemos que el franquismo nunca fue derrotado, sino que fue progresivamente camuflándose y adaptándose a las presiones internacionales, apareciendo finalmente como un régimen dulcificado, e incluso como un régimen que hizo mucho bien a los españoles pero los datos son contundentes y esclarecedores, España, que en 1936 tenía un nivel de desarrollo económico semejante al italiano, permaneció estancada económica y socialmente bajo un régimen dictatorial que mantuvo las desigualdades sociales más acentuadas de Europa (junto con Grecia y Portugal, que padecieron regímenes semejantes al franquista durante aquellos años). En 1975, el año en el que el dictador murió, España tenía un nivel de riqueza muy inferior al italiano (un 38% inferior), con el gasto social per cápita, el gasto público sanitario per cápita, el gasto educativo per cápita y el gasto en pensiones per cápita más bajos de la Europa occidental (junto con Grecia y Portugal).
Podríamos dar más datos, pero estas son razones más que suficientes para que nuestros dirigentes locales tomen de una vez por todas las decisiones oportunas, primero para cumplir con la Ley de Memoria Histórica, por ejemplaridad ante la ciudadanía, pero sobre todo porque ni el régimen franquista, ni sus inspiradores o ideólogos no se merecen por sus múltiples incumplimientos de los derechos humanos tener ningún tipo de reconocimiento en nuestro pueblo; hasta que esto no se cumpla estaremos en una DEMOCRACIA INCOMPLETA.
NOTA.- Podemos La Roda, quiere agradecer a Vicenç Navarro López, la autorización expresa para reproducir total o parcialmente fragmentos y argumentos de su libro “Bienestar insuficiente, democrácia incompleta, sobre lo que no se habla en nuestro país.”



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